Mistakes are essential

Cuando empezamos a trabajar los materiales de Artigal con los más pequeños sabíamos que a hablar se aprende hablando, pero  nos preguntábamos ¿podrán hablar en una lengua que aún no conocen? Gracias a su propuesta entendemos que lo hacen sin ningún problema si conseguimos acercar lo que hacemos a lo que ellos y ellas son capaces de hacer.

Tenemos claro que a hablar se aprende hablando, pero además a comunicarnos se aprende comunicándonos. Para ello hablamos, para interactuar con los demás contándonos cosas que nos interesan. No lo conseguiremos si nos conformamos con que nuestros alumnos vayan repitiendo frases que nosotros les vamos dando. Tenemos que ayudarles a que los modelos que les damos les permitan ser creadores de sus propios intentos comunicativos. Lo que yo pretendo es que mis alumnas y alumnos se sientan y sean capaces de pensar en inglés, de ir usando lo que van aprendiendo para conseguir contar a los demás sus cosas y aún más importante, ser escuchado por los demás, tener voz en la lengua que estoy aprendiendo.

Está claro que si queremos aprender a comunicarnos hablando con los demás cosas que vamos pensando, cometeremos muchos errores, pero es que para mí, el error es uno de los aspectos más importantes en el proceso de aprendizaje.

Si hemos sido capaces de contextualizar lo que queremos transmitir, ponerlo al nivel lingüístico de nuestros alumnos y permitirles que hagan hipótesis a partir de los modelos que estamos usando; entonces hay que demostrarles con la práctica (aquí no valen los discursos) que sus errores son muy importantes para aprender.

Que no conseguiré hablar bien si:

  1. no me equivoco
  2. sé en qué me he equivocado
  3. sé lo que tengo que hacer para corregir mi error

Los errores los cometemos porque los pensamos así y que para corregirlos hemos de encontrar maneras de rectificarlos en nuestra mente.Las propuestas sobre cómo lograrlo deberían surgir de los mismos alumnos. De no ser así, habrá que explicarles porqué les proponemos:

  • Que tomen nota de lo que quieren decir.
  • Que al decirlo y escuchar lo que les corregimos, anoten con un lápiz de color la forma correcta.

Hay muchas maneras de decir las cosas, nuestras propuestas de corrección tendrán que acercarse lo más posible a los intentos comunicativos de nuestros alumnos (aunque se pierda cierta precisión, ganaremos en autoestima y en comprensión de cómo funciona la lengua que estamos aprendiendo) Si ante su intento comunicativo le doy como modelo una estructura totalmente distinta, su esfuerzo mental no habrá servido de nada y poco a poco, irá perdiendo el interés por pensarlo.

  • Que no borren lo que habían pensado, escrito y dicho, que lo tachen con una línea que permita que se vea. Ese error lo tienen en la mente y cambiarlo requiere tiempo y estrategias para hacerlo.
  • Que vuelvan a decir en voz alta lo que ya han corregido. Sin mirar la libreta, porque al corregirlo ya han aprendido cómo se dice.
  • Que consulten su libreta para ver en qué se han equivocado y cómo lo han corregido.
  • Que vayan incorporando el error como parte esencial de su proceso de aprendizaje.